miércoles, 21 de marzo de 2012

EARTH_ Sala City Hall _ 19.03.12



Sensaciones densas, profundas. Me pareció por momentos contemplar las llanuras desérticas surgidas de la imaginación de Mr. Linch y distinguir con total claridad la arena tragándose lentamente mis pies. Sonidos bajo la consistencia etérea de unas corrientes abrasivas, un clima árido invadiendo cada poro de mi piel.

Creo firmemente que Earth han sido, desde su llegada al planeta Tierra, unos pioneros, unos exploradores sin constricciones de horizontes lejanos, unos arquitectos de estructuras de morfología fractal. Como cartógrafos han situado con precisión en el centro exacto del mapa, una sólida piedra sobre la cual edificar su propia iglesia. Todo su mundo rueda en órbitas bien dibujadas alrededor de drones densos, espesos y con matices y contornos finamente retocados hasta dar vida a un producto único y totalmente reconocible en su género.

No veo la necesidad de separar su concierto en Barcelona por temas, pausas y bises. No creo que un show de Earth se pueda ver como un libro separado en capítulos, más bien como un capítulo eterno, una banda sonora interminable, un ouroboros que se muerde la cola. El final del espectáculo no representa en absoluto el final de la experiencia. Dylan Carson ha vuelto a sacar sus demonios a la carretera, secundado por la mujer araña

Adrienne Davies, Karl Blau y una magnífica Lori Goldston ejerciendo de dómina con su chelo. Impolutos. Compactos. Lentos, muy lentos, avanzando como la edad de manera impecable y sumergidos en unas luces tanto escasas como cálidas, Earth siguen profesando su verbo en una hipérbole con exponente infinito.

Ô PAON_ Sala City Hall _ 19.03.12



Geneviève Castrée es dulce. Salida de un cuento de hadas con gafas de pasta. Parece una de estas golosinas esponjosas que entran muy bien hasta que dejan un rastro ácido que despierta los sentidos. No parece muy técnica y experimentada con su guitarra. Apenas visible detrás de la maraña de cabellos ajenos a peines que le inundan los ojos. Pero cuando comienza su pequeño y entrañable show, la “one-girl band” cautiva, seduce, penetra. “Courses” es lo que es. Un trabajo sobre la belleza, la solitud, el absurdo de la pobreza y las texturas de la tristeza. Y Geneviève, golosina quebequense con un gran talento para ilustrar ya sea con un boli como con una guitarra, descalza y sola en el escenario, representa perfectamente la matriz de su pequeño y desolado mundo de hadas.

viernes, 11 de febrero de 2011

SEEDS OF HATE + CLOUDS OVER NORMANDY _ Sala Moog _ 09.02.11


La sala Moog parece estar cambiando radicalmente de color. Casi bajo una influencia camaleónica, lo que era hasta hace poco meca y templo de los amantes del underground electrónico condal, aparece ahora como referencia y punto de encuentro para aquellos que han hecho de las sonoridades perturbadoras, postmetálicas y distorsionadas su particular razón de ser. El espectáculo que ofrecieron las dos bandas que se alternaron durante la noche es la prueba de que, además de ofrecer variedad, la programación rezuma calidad. Clouds Over Normandy abrieron con una descarga de riffs contundentes como losas de mármol y líneas de bajo que recordaron a unos Killswitch Engage sin

azucares añadidos. Con el vocalista vociferando como un poseso, su propuesta resultó además de entretenida realmente apabullante. Y si los Clouds arrojaron una lluvia de piedras sobre los asistentes, lo que cayó con Seeds of Hate fue un verdadero meteorito. Hardcore puro y duro, su actuación a la vieja escuela tuvo un impacto descomunal

gracias a una entrega total de energía y sudor. Empalmando temas y sin escatimar recursos, demostraron más que bien como ser fieles a un movimiento que, aunque nacido y criado en New York, ha tenido hijos bastardos y apóstoles cualificados en algunos puntos del continente europeo. Noche para enmarcar.

sábado, 20 de noviembre de 2010

PONTIAK _ Sala Moog _ Atzavara Club _ 31.10.10

foto: Riccardo Cabbia

Un grupo como Pontiak no necesita presentaciones. Su particular visión del stoner y sus trabajos compactos y cualitativamente notables han conseguido erigirlo enband de culto. El Moog contaba con muy buena asistencia ya poco antes de la actuación de unos Hannumann muy técnicos, aunque quizá un poco carentes de pasión. Su paso por el escenario fue perdiendo energía por el camino y más de uno suspiró de alivio a la hora de verlo cambiar de protagonistas. Los hermanos Carney llegaron a Barcelona con un nuevo disco, "Living", realmente intenso y rezumante de desierto por todos sus poros. Elitista como suele ser cada grupo stoner, Pontiak son ante todo un producto de la tierra de Virginia. Directo al consumidor y sin intermediarios. Su psicodelia y su autismo a la hora de tocar hicieron todavía más densa y pesada una propuesta nacida, criada y grabada en la granja de la familia Carney. La sensación de pacer en terrenos más blues estuvo presente en todo el show, acompañado por un silencio respetuoso que convertía una propuesta juzgada como bastante arriesgada en sus principios en algo que, desde el año 2006, se ha convertido en todo un éxito. En resumen, una noche dedicada al proceso de escucha. Pontiak crea bandas sonoras de bienvenida a la soledad y la oscuridad, a la contemplación y la meditación, originando una atmósfera que hay que tragar como más convenga. Un espectáculo que rozó lo místico.



HEIRS _ Sala Moog _ Atzavara Club _ 28.10.10

foto: Riccardo Cabbia

La noche del estreno de Heirs en Barcelona se podría comparar con la vida y la muerte de un gigantesco iceberg, que va haciéndose más y más pequeño con el pasar del tiempo hasta quedarse en nada. Con todo el respeto para el cuarteto australiano, su puesta en directo se quedó pobre, bastante aburrida y, a falta total de comunicación con el público, bastante incomprendida. Su post metal de corte industrial aparentó no ser nada más que un producto salido de una gigantesca centrifugadora donde se fundían de manera poco clara sonidos "reznorianos" i referencias a los Sunno))). Si a todo esto le sumamos que la sala quedó parcialmente vacía después de la enésima grande actuación de los Carontte, es posible adivinar el motivo por el cual, en esta ocasión, el clímax del show se vivió al principio de la noche y no al final. El impacto gráfico y estético de unos músicos que parecían ser los hijos bastardos de Marylin Manson cautivó las atenciones de muchos de los asistentes hasta que los teloneros (en la carta) subieron al palco. Creo que ya no se pueden sumar más adjetivos al nombre de Carontte, así que personalmente optaría por quitarle, definitivamente, el de "promesa" del post metal. Lo que se vio en el escenario fue a una band fuerte, directa y madura, con hambre de riffs y una sección rítmica impresionante. Casi una hora que supo a mucho más de lo que otros grupos, en más tiempo, consiguen transmitir. Y es aquí donde el iceberg empieza a derretirse bajo un invisible sol nocturno. Heirs, con el recuerdo de Carontte en el alma, parecían desfasados, cansados y totalmente fuera de lugar. Daba la impresión de que se hacían más invisibles con el pasar de los minutos. Prueba de ello fue que, a mitad del concierto, muchos de los asistentes se habían alejado del escenario hacia otras zonas del local, como si los australianos estuvieran presentando su último trabajo, "Fowl" (en mi opinión bastante inferior a su anterior "Alchera") sólo y únicamente para ellos mismos.

domingo, 2 de mayo de 2010

SÔBER _ Sala Apolo _ 01.05.10

foto: Riccardo Cabbia

Y fue así que la noche acabó con el público rendido a los pies de los cuatro madrileños y repleta de ovaciones en secuencia para cada uno de ellos. Las premisas encajaban todas dentro de lo que son, a día de hoy, las reuniones de grupos que fueron grandes. Independientemente de la calidad de una gira, es evidente que el lado económico de un regreso de estas proporciones se erige como ganador gracias a la afluencia masiva de los espectadores en cada concierto. Las escisiones de algunos grupos musicales parecen transformarse en una garantía de éxito para futuras reuniones y representa el más efectivo de los planes de pensiones tanto en voga en estos momentos en las cajas de ahorros. Sôber, después de las dos horas de directo que ofrecieron, justifican su reunión no solamente con un estado de forma envidiable, sino con sus ganas, profesionalidad y su respeto hacia el público. En una sala Apolo que parecía un acerico sin sitio para otro alfiler más, Sôber dieron un repaso exaustivo a su carrera, proponiendo temas como “El hombre de hielo” de Reddo, “Sombras” como último single y “Eternidad”, de su aclamado “Paradysso”. Hubieron momentos emotivos como la dedicatoria a Alberto Madrid y a Big Simon (“Adiós”) y otros más experimentales como el solo de percusiones entre Carlos Escobedo y su nuevo batería Manu Reyes (de Savia). “Loco” cerró un concierto enérgico, impecable tanto a nivel de sonido como de espectáculo y, sobre todo, puso el broche de oro al regreso de Sôber a Barcelona. Una formación que merece respeto, aún más después de escuchar la última frase que dedicaron al público, su público: “Sin vosotros no estaríamos aquí”. Ídem.



sábado, 1 de mayo de 2010

ZENI GEVA _ Sala BeCool _ Atzavara Club _ 30.04.10

foto: Riccardo Cabbia

El árbol genealógico de la música, así como el humano, se basa en el mismo concepto y, posiblemente, en una cantidad de ramificaciones con una variable exponencial que puede en teoría ser infinita. El árbol puede ser ascendente y descendente y permite exponer los datos de un individuo de una forma sistemática y organizada, llegando a generar una sucesión llamada línea de sangre (masculina) o línea de ombligo (femenina). El árbol, además, permite crear un linaje aplicable también a los animales, a los idiomas y a los programas informáticos. Y, por supuesto, a la música. Así que, analizando sólo unos determinados estilos dentro de los infinitos que componen el mundo de los sonidos, comprobamos como combos de la talla de Mastodon, Cult of Luna, Isis y los grandes Neurosis tienen en común, sin lugar a dudas, el mismo núcleo y orígen.
Hablamos, como no, de Zeni Geva, o lo que es lo mismo, del gran KK Null. Personaje de valor indiscutible en el panorama musical mundial, auténtica leyenda en el underground noise, industrial y progressive, Mr. Null ha proporcionado a lo largo de su carrera más de cien discos a todos aquellos que buscaban algo nuevo y singular en un panorama en el que, como hace 23 años atrás, él sigue siendo único. La resurrección de Zeni Geva, cual fénix de las cenizas después de siete años de total inactividad, constituía un motivo de alegría sólo superado por el hecho de ver incluida Barcelona entre las ciudades que acogerían su directo. Y fue así que KK Null, Tabata y Yoshida se presentaron ante una audiencia –increiblemente poco numerosa- para deleitar a los asistentes con su fórmula inclasificable, aunque a mi lado una voz me hizo notar como parecían estar tocando jazz-metal.
Aquella noche una sensación de asistir a algo irrepetible fluctuó sobre nuestras cabezas, enmarcando un espectáculo increible, místico y perfecto en todos sus aspectos. Resulta muy fácil entender porqué gente del calibre de Jello Biafra, Steve Albini y Scott Kelly entre otros hayan hecho lo posible e imposible para colaborar con lo que era y sigue siendo un genio de la música.



martes, 13 de abril de 2010

KYLESA + DARK CASTLE _ Sala BeCool _ Atzavara Club _ 12.04.10

foto: Riccardo Cabbia
“Iba para ver a Kylesa y me quedé con Dark Castle”. Referencias publicitarias a parte, hay que arrodillarse y dar las gracias (cada uno sabrá a qué o a quién) por el hecho de haber podido contemplar un cartel de gran calidad y cantidad sonora como el que muchos afortunados presenciamos en una fría noche barcelonesa. Los protagonistas: dos bandas de un impacto sonoro descomunal, miembros por méritos propios de la hornada post-stoner-metal que está cobrando cada día más protagonismo. Con un look a lo mormón y tatuajes a go-go, fueron Dark Castle que abrieron la noche poniendo a prueba los tímpanos de más de un asistente con un stoner realmente pesado y denso. Stevie Floyd, voz y guitarra, sacó su lado Mr. Hyde de la nada. Impactante. Kylesa, por su parte, completaron su parte del show que, para muchos, fue demasiado correcta. Laura Pleasant parecía tener problemas con su voz, aunque personalmente su actitud y los litros de sudor que dejó tras ella confirmaron que, ahora mismo, és una de las frontgirls más entregadas del circuito. Algunas conclusiones: (una) poder gozar en directo de dos baterías como Carl McGinley y Eric Hernandez es todo un privilegio, (dos) resultó evidente que “Static Tension” es un disco concebido para el directo y (tres) el lunes fuimos testigos de una noche en la que una vez más se confirmó que, como se dice en Italia, la calidad no es agua.



sábado, 13 de marzo de 2010

RUSSIAN CIRCLES _ Sala BeCool _ Atzavara Club _ 12/03/10

foto: Riccardo Cabbia

Después de haber parido discos tan intensos, técnicos y musicalmente reveladores como “Station” y “Geneva”, volviendo a dar vida a un estilo que parecía tener el riesgo de entrar en una espiral de repetitividad a la larga muy nociva, los Russian Circles llegaban por fin a Barcelona de la mano de Atzavara Club para demostrar en una sala totalmente llena el porqué de su imparable escalada hacia el reconocimiento global. Mientras Carontte conseguian, con muchos méritos propios, caldear el ambiente, tuve el placer de charlar con Mike, Dave y Brian y constatar que, a pesar de lo que desatan en el escenario, son personas muy amables y disponibles. Este trío de Chicago en apenas seis años ha conseguido algo que, en los últimos tiempos, resulta casi utópico para qualquier banda sin el respaldo de una gran discográfica: publicar tres álbums y conseguir con cada uno de ellos elevar a nivel exponencial su credibilidad y notoriedad. No es de extrañar, para citar un ejemplo, que los mismísimos Tool les escogieran para su tour en UK en 2007. Aunque catalogados como band post-rock, su propuesta resulta tan heterogénea que incluirlos en un determinado grupo de artistas no parece lo correcto. Sus pasajes más delicados fundidos con sus interludios totalmente metal se hacen más densos en directo, haciendo flotar al oyente en temas como “Verses” y “Fathom” y golpeándolo con las olas rítmicas que parecen crear piezas como “Geneva”, “Station” y “Hexed All”. Russian Circles llenaron de forma masiva el ambiente con melodías y pesadez sonora, con una progresión gradual que nunca permitió al público perderse en su aparente complejidad. Después de una noche en la que tocaron de manera perfecta y sin truco alguno, esta band demostró oscilar dentro de una identidad sonora inalcanzable para los demás.

domingo, 7 de marzo de 2010

MONO _ Sala BeCool _ Atzavara Club _ 06/03/10

foto: Riccardo Cabbia

Mono és un grupo que camina sobre esa sutil linea gris que separa los sonidos más propios del metal de los que se consideran como post-rock, un grupo que viaja sin etiquetas hacia metas desconocidas. Una formación que, aunque en algunas partes de Europa siga moviéndose en el panorama underground y tocando en pequeños clubs, ha llegado a un estatus de culto que se hizo evidente en su paso por Barcelona, donde el cartel de “sold out” no tardó en aparecer ante las puertas de la sala BeCool. Vinieron a presentar su último largo, “Hymn to the inmortal wing” y con “Ashes in the snow” abrieron una velada que permitió a los presentes experimentar la sensación de entrar y salir del ojo de un huracán. Alternando la furia de la reverberación, la distorsión y el delay de las guitarras de Goto y Yoda con las pinceladas ambientales y minimalistas características de su sonido, Mono consiguió sumir al oyente en una espiral de estados de ánimo cambiantes, en un flujo que, pasando por temas como “Kidnapper Bell” y “Sabbath”, le permitía darse cuenta de que cada nota, cada variante en su sonido y cada movimiento de Tamaki daban forma a un dibujo perfectamente estructurado. Un espectáculo que representó un disfrute no sólo para los oídos, si no también para la mente, bajo la forma de un viaje místico hacia las entrañas de uno mismo. Los japoneses cerraron una noche increíble y muy mística con “Everlasting Light” y, exactamente como el título del tema, la luz que desprende Mono parece poder brillar eternamente.

viernes, 5 de febrero de 2010

SUNN O))) _ Sala Apolo _ Atzavara Club _ 04/02/10

foto: Riccardo Cabbia

Oscuro, satánico, malévolo, podrido, frío, místico, claustrófobico, deprimente y taquicárdico. Denso, triste, repetitivo, violento, agobiante, inconcebible y lento, muy lento. Magnético, vibrante, ensordecedor y de una brutalidad sin duda única. Sunn O))) podrían ser definidos así y todavía sería poco. Un grupo que, para muchos, ha conseguido dar un paso más allá en la manera de entender la música, probablemente llegando a algo que ya no puede ser icluido en este término. Su sonido, monolitos de ondas sonoras de tamaño gigante absolutamente ensordecedoras, se repiten en ciclos que van absorbiendo el aire alrededor del cerebro, provocan sudores fríos y aceleran de manera instantánea la circulación sanguínea. Como si de otra dimensión se tratara, el primer efecto de asistir a una performance de este tamaño es no ser consciente de si se tienen o no los pies en el suelo. Luego es inevitable sentir como el cuerpo empieza a fluctuar en una dimensión sin gravedad, percibir el llegar de un mareo de tamaño y fuerza creciente, un aumento exponencial de opresión alrededor de la caja torácica y un nudo en la garganta más estrecho a cada segundo que pasa. Los Sunn O))) podrían catalogarse como un grupo que no se escucha sino que golpea al espectador incesantemente, con la ayuda de una puesta en escena que realmente llama la atención y no permite largarse de la sala antes de que sea demasiado tarde. Los cuatros músicos, cubiertos con capas como si de monjes ancestrales se trataran, ocupaban una pequeña parte en el centro del escenario con una pared de amplificadores y cabezales dispuestos en semicirculo alrededor de sus siluetas perdidas en el humo. El efecto de ver y no ver a Stephen y Greg y de oir los lamentos entre el humo de Attila invitaba a la fuga al mismo tiempo que convertía cada miembro del cuerpo en plomo. La presentación de “Monoliths & Dimension” consiguió probablemente engrandecer todavía más el estatus de banda de culto que Sunn O))), queriendo o no, siguen llevando pegada a sus sombras.

+ FOTOS DE SUNN O)))

sábado, 5 de diciembre de 2009

MARILYN MANSON _ Sant Jordi Club _ 04.12.2009

foto: Desi Estévez

No sé si es el vinilo que está rayado o si el tocadiscos ya ha dejado de ser funcional, el hecho es que la propuesta que Marilyn Manson sigue llevando adelante en los últimos tiempos suena demasiado a vintage, como algo ya visto una infinidad de veces y que, al final, no impacta como hace muchos años átras. Trasladado el palco a una carpa en el exterior del estadio Lluís Companys, lo que a primera vista venía a la cabeza era todo menos ir a un concierto de rock. El lugar, más adecuado para una rave que para un espectáculo, parecía un presagio más de la decadencia lenta pero inevitable de alguien que, hace tiempo, fue definido como el nuevo David Bowie por... David Bowie. Mi curiosidad principal era ver otra vez en un escenario a Twiggy Ramirez, hijo pródigo y sin duda el as en la manga de un Manson que parece haber agotado los recursos. La carpa llena podía verse como una gran aglomeración de sus fans más fieles, personas que siguen creyendo en el proyecto musical de Marilyn y que parecen haberse olvidado de sus últimas e incoloras actuaciones por estos lugares. Prueba evidente es que los temas de su último trabajo, “The High End Of Low”, pasaron sin pena ni gloria como si fueran puro relleno y la carrera del reverendo se hubiera parado en el lejano 2000. “Eat me drink me”, sin embargo, consiguió sacudir a los asistentes, hecho sorprendente contando que fue un disco muy criticado aunque en realidad es un disco de calidad. “If I was your vampire” fue la elegida para representarlo y demostró que más de uno se había por fin aprendido las letras. Sin duda, y esto era lo más previsible, fueron temas como “Rock is dead”, “M-Obscene”, “The beautiful people” y la siempre fantástica “Sweet Dreams” los que el público esperaba y recibió con una entrega total. Un concierto muy corto teniendo en cuenta el material a disposición de Manson, y un espectáculo que podría definirse como correcto respecto a sus últimas y decadentes actuaciones. Eso sí, además de la sensación de nostalgia que se respiraba en el aire, tuve la impresión de estar asistiendo en directo a la lenta muerte de alguien que fue un genio.

viernes, 27 de noviembre de 2009

ISIS _ Sala Apolo _ Atzavara Club _ 26/11/09

foto: Riccardo Cabbia

Todos aquellos que disfrutaron y siguen disfrutando de obras claves como Wavering Radiant, Panopticon y Oceanic, acudieron a la sala Apolo no sólo para asistir a un concierto perfecto bajo todo los aspectos, sino para ver en vivo a un grupo que, a lo largo de estos últimos años, se ha convertido en una leyenda dentro del nuevo curso del metal, saliendo de tópicos y leyes y escribiendo sus propias reglas. Isis han sabido barrer todo lo que ya estaba escrito y plasmar influencias de lo más variadas para originar el así llamado post-metal. No son simplemente un grupo de música que escribe e interpreta sus temas de manera impecable: estos cinco músicos subidos a un escenario encarnan a cinco místicos poseidos por algo sobrehumano, por una espiritualidad que guía sus actos mas allá del “sencillo” gesto de tocar un instrumento. Desde la apertura con “Hall of the dead” es probable que todos los presentes se quedaran sumergidos bajo un océano de sonidos, empujados por las corrientes hacia el lugar más profundo de cada uno. Se hizo evidente que, si en cada uno de sus trabajos de estudio Isis son atronadores, en directo su impacto fue mucho más fuerte, salvaje, denso. Como si el océano de sonidos fuera en realidad un pozo de petroleo. “Not in rivers but in drops” demostró que cada uno de sus componentes interpreta de maravilla el rol que se le asigna. Fueron una fusión perfecta de cinco solistas: Aaron Turner parecía poseido por algo superior a nuestras imaginaciones y Jeff Caxide interpretaba sus lineas de bajo como muy pocos saben hacerlo. Fluyó “In Fiction” para rendir homenaje a su obra Panopticon y la densidad en la sala se hizo más y más latente con Oceanic. Como punto final, la contundente y desgarradora Celestial. El set-list de Isis pareció haber sido elegido exactamente para esto: despegarnos mentalmente de la tierra y acercarnos con cada tema un poco más al nirvana mental. Y, desde mi punto de vista, fue todo un éxito.

+ FOTOS DE ISIS

viernes, 13 de noviembre de 2009

RAMMSTEIN _ Pavelló Olímpic de Badalona _ 12.11.09


De Rammstein todo se ha dicho, todo se sabe, todo parece ya definido en sus confines y en su totalidad. Hablamos de un grupo que para muchos ha dado ya todo lo que podía, de un grupo que para otros sigue repitiendo una fórmula en sus tiempos innovadora y demoledora. Cinco personas que, a lo largo de casi 20 años, han sabido entender el lado comercial y musical de una industria, la discográfica, donde lo que parece importar más es el producto con toda su parafernalia, en el seno de la cual un mero show ya no es suficiente para seguir adelante con su maquinaria decrépita e indudablemente en crisis. Puede que muchos estén de acuerdo, puede que otros piensen diversamente, pero, sin lugar a dudas, Rammstein representan perfectamente la unión entre buena música y un directo apabullante. Encarnan un producto -si se puede llamar así- completo y lleno de indudable fascinación, son sinónimo de lo que ambicionan todas las discográficas y esperan todos los fans: la fusión de la calidad con la cantidad. El Pavelló Olímpic de Badalona fue de nuevo la arena perfectamente adornada hasta el último centímetro cuadrado libre de espectadores, fue otra vez testigo de como la expectativa de un concierto de este calibre puede desencadenar auténticas locuras. El sonido industrial de factura germánica acompañó a un escenario que estuvo a la altura y a un set list que, aunque privado de algunos temas imprescindibles, llenó los sentidos de todos y cada uno de los allí presentes.
Es indudable que el último trabajo de estudio de Till Lindeman y socios nos ofrece una obra perfectamente estudiada de cabo a rabo. Es justo afirmar que los temas que lo componen parecen haber sido escritos para el directo. Desde la épica “Rammlied”, pasando por “Liebe is für alle da”, quedó latente en el ambiente que, además de el fuego y las plataformas de acero, el impacto de Rammstein se debe sobre todo a lo que son capaces de demostrar cada vez que suben a un escenario. Provocadores, polémicos, su actuación podría ser definida como pintoresca, freak y, por supuesto, pirómana. A medida que iban pasando temas del calibre de “Feur frei”, “Links 1-2-3” o “Sonne”, la sensación de estar hirviendo en una olla a presión se hacía cada vez más fuerte. Ni la estúpida gesta de un incosciente que subió al palco y se expuso al lanzallamas de Till, pudo ofuscar un espectáculo que, como el anterior, será imposible de borrar de la cabeza de cada uno de los asistentes. Rammstein son Rammstein. Siempre lo han sido. Siempre lo serán. Y, si hay algún adjetivo que pueda calificarlos, creo que la palabra únicos sería la más adecuada.

lunes, 1 de junio de 2009

Entrevista a Volbeat - Barcelona 2009

miércoles, 1 de abril de 2009

Entrevista a Mastodon

lunes, 1 de septiembre de 2008

Entrevista a Dino Cazares